Relleno:
4 chiles poblanos medianos
1/4 kg de carne molida de cerdo
1/4 kg de carne molida de res
100 g de pasitas
1/2 kg de manzanas
1/2 kg de peras
1/2 kg de duraznos
2 plátanos machos
1/2 barra de pera o durazno cristalizado (106 g)
1 raja de canela
1 barra de mantequilla (90 g)
Almendras, azúcar y sal al gusto
Salsa de jitomate:
5 jitomates
2 dientes de ajo
1/4 de cebolla blanca chica
Nogada:
200 g de crema ácida
260 ml de leche (puedes usar la de tu preferencia)
150 g de almendras sin piel
200 g de cacahuates
150 g de queso fresco o panela
Azúcar al gusto
1 onza de tequila
Perejil picado para decorar
Granos de granada y nuez de castilla pelada para decorar
Asar los chiles: Coloca los chiles directamente sobre la flama de la estufa o en un comal caliente hasta que la piel se queme y se desprenda. Luego, colócalos en una bolsa de plástico para que suden y sea más fácil retirar la piel. Ábrelos con cuidado, quita las semillas y venas, y enjuágalos.
Preparar el relleno: En una sartén grande, derrite la mantequilla y agrega las carnes. Sofríelas hasta que estén cocidas. Añade las frutas picadas (manzanas, peras, duraznos y plátanos), las pasitas, la canela, almendras, azúcar y sal al gusto. Cocina a fuego bajo durante unos minutos y retira del fuego.
Hacer la salsa de jitomate: Licúa los jitomates con los dientes de ajo y la cebolla. Calienta un poco de aceite en una cacerola y vierte la mezcla. Cocina hasta que espese y sazona con sal.
Preparar la nogada: Licúa las almendras, cacahuates, queso fresco, crema ácida, leche, azúcar y tequila hasta obtener una salsa suave y homogénea.
Rellenar los chiles: Con cuidado, rellena los chiles con la mezcla de carne y frutas. Ciérralos con palillos.
Montaje y presentación: Sirve los chiles en nogada en un plato, baña con la nogada, decora con granos de granada, nuez de castilla y perejil picado.
¡Listo para disfrutar! Los chiles en nogada se sirven fríos y son ideales para celebrar las fiestas patrias.
Los chiles en nogada son uno de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana, especialmente vinculados a la celebración del Día de la Independencia de México. Su historia está envuelta en leyendas y tradiciones que datan del siglo XIX.
La versión más conocida de la historia cuenta que los chiles en nogada fueron creados en 1821 por las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla. Según la leyenda, este platillo fue preparado para agasajar a Agustín de Iturbide, quien había firmado el Tratado de Córdoba que reconocía la independencia de México de España. Las monjas quisieron rendir homenaje al nuevo país creando un platillo con los colores de la bandera mexicana: verde (el chile poblano), blanco (la salsa de nogada) y rojo (la granada).
Los chiles en nogada están elaborados con chiles poblanos rellenos de un picadillo a base de carne de res y cerdo, frutas como la manzana panochera, la pera de San Juan y el durazno criollo, y especias. Estos chiles se bañan con una salsa de nogada, que es una mezcla de nuez de Castilla, queso fresco, leche y, en algunas recetas, un toque de jerez. Finalmente, el platillo se adorna con granada y perejil.
Este platillo no solo es un deleite gastronómico, sino que también tiene un profundo significado cultural e histórico. Se suele servir en los meses de agosto y septiembre, coincidiendo con la temporada de la nuez de Castilla y la granada, y con las fiestas patrias en México. Cada bocado es un recordatorio de la historia y la identidad nacional.
Aunque la receta tradicional de chiles en nogada es muy apreciada, también existen variaciones en su preparación, dependiendo de la región y la familia. Algunos optan por versiones más dulces o más picantes, mientras que otros pueden variar los ingredientes del picadillo o incluso la salsa de nogada.
Los chiles en nogada son un ejemplo perfecto de cómo la gastronomía puede encapsular la historia, la cultura y el orgullo nacional en un solo platillo.